Pepi Irles, 48 años

Armadora

 

Amable, trabajadora y emprendedora.

Pepi, santapolera hija de un trabajador del mar, se casó con un marinero y desde entonces, ha aprendido y disfrutado de muchos de los aspectos de este maravilloso mundo. Armadora de una embarcación que sale de puerto y no vuelve hasta pasados tres meses. Pepi, aprendió su oficio desde cero, sin tener estudios y con la ayuda de su marido. Se encarga de multitud de tareas relacionadas con el barco, gestión de personal, provisiones, permisos, proveedores… en definitiva, dirige la empresa. Todo pasa por su manos.

Se siente orgullosa de todo lo que ha aprendido a lo largo de los años, de saber que su marido confía plenamente en su trabajo, y que además lo valora enormemente, porque como él mismo dice «sin ella no podría estar en el mar». Pepi es una luchadora  y una gran trabajadora, nunca le ha importado hacer trabajo físico. Cuando el barco vuelve, ella misma se encarga de poner todo a punto para que los marineros se sientan como en casa.

Como madre, reconoce que es duro cuando los niños son pequeños, porque «tienes que ser madre y padre también», aunque siempre ha contado con la ayuda de su madre cuando su marido estaba fuera. Y a pesar de todo el esfuerzo y la lucha diaria, también tiene su parte positiva, como dice ella «Cuando tu marido vuelve después de tres meses, siempre estás de luna de miel»

Un ejemplo de dedicación y de esa frase que dice «querer es poder». Gracias Pepi.

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